sábado, 5 de septiembre de 2009

Uso correcto del riego.

El agua es un elemento escaso, por lo que saber aprovecharla representa siempre un beneficio tanto para nosotros como para la comunidad y si consideramos que los recursos hídricos están amenazados y mermados, con mayor razón debemos cuidarla.




En primavera y sobre todo en verano, las necesidades de riego aumentan, mientras los caudales de los cursos naturales disminuyen. Por tanto utilizar de forma óptima este elemento que permitirá el desarrollo de los cultivos.
Hay muchas formas de aprovechar al máximo el agua que se emplea a la hora de regar jardines, por norma general se riega mucho más de lo que seria aconsejable siguiendo algunas normas podemos optimizar esto y ahorrar mucho agua, lo cual será muy beneficioso tanto para el medio ambiente como para la economía. Su uso racional puede mejorarse notablemente. Para ello hay que tener en cuenta:

Primero seria intentar agrupar las distintas especies que van a formar nuestro jardín según necesidades hídricas, será muy difícil optimizar el riego si al lado de una planta con baja demanda de agua de riego tenemos una con alta, de esta forma agrupando las especies según el agua que vayamos a necesitar. Si a este primer paso le añadimos elegir buena parte de nuestro surtido de plantas el que sean autóctonas, conseguiremos reducir en muy buena parte nuestra necesidad de riego, además hay plantas que sin ser autóctonas necesitan menos agua ejemplos típicos son las cactáceas.
Hay que reducir las superficies de céspedes en el diseño de nuestros jardines ya que son los que mas agua necesitan para su desarrollo.


El diseño del sistema de riego debe ser el adecuado para no desperdiciar este bien escaso y ocasionar a la vez molestias a usuarios. Debemos de evitar utilizar el riego por gravedad o inundación y el riego por aspersión solo en céspedes. Para un menor consumo y un riego mas óptimo debemos recurrir al denominado riego por goteo o localizado.
Debemos de intentar plantar las que tengan mayor necesidad de riego lo mas cercano posible al césped pues este será el mayor consumidor de nuestro jardín.
Tener un jardín con parte de sombra y protegido del viento por muros o setos beneficiara el ahorro del agua.
Aprovechar la época de lluvia en otoño para plantar es también una forma efectiva de aprovechar agua.
Los denominados acolchados consisten en utilizar materia para retener el agua y evitar la evaporación, como corteza de pino es otra forma efectiva, también existen el mercado algunos productos que retienen el agua y la van liberando de forma progresiva como polímeros absorbentes o hidrogeles estos materiales deben de mezclarse con la tierra a la hora de regar. También otra alternativa es utilizar planta tapizantes sobre todo de especies crasas que retienen humedad.

La dosificación del riego es fundamental también para “educar” a nuestras plantas en el aprovechamiento del agua, las plantas que son regadas a diario se acostumbran y no profundizan los suficiente para buscar la humedad del suelo.
Regar siempre al amanecer o al atardecer y evitar las horas de mucho sol. Así conseguiremos evitar la horas de mas evaporación y posibles quemaduras sobre las hojas de nuestro cultivo.
Debemos tener en cuenta que el principal consumo de agua va a ser producido por el césped, es necesario hacer esta mención porque hay jardines realmente espectaculares que no tienen un solo metro cuadrado de césped, hay que cuantificar y limitar el uso de este a las necesidades reales.

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