VI Jornadas Técnicas FLORA URBANA 2009
Durante los dias comprendidos entre el 16 y 19 de abril se ha celebrado la VI edición de dichas Jornadas en Espartinas. El viernes 17 la visitamos los jardiner@s del proyecto.
Es de los pocos referentes profesionales del campo de la jardineria en nuestra zona.
De las ediciones que hemos asistido hemos observado que esta estaba bastante mas floja en cuanto a participación en los stand.
Lo mas interesante fueron las distintas ponencias realizadas por los participantes. Muy interesante y de resaltar la exposición de bonsais de la Asociación Sevillana de Bonsai "Chokkan".
domingo, 12 de abril de 2009
Plantar bien para podar menos.
La poda se puede definir como la supresión de cualquier parte de la planta (hojas, ramas, etc) realizado según el criterio del jardinero con el fin de obtener un resultado determinado en lo referente a seguridad, salud, estética o productividad de la planta.
En las plantas ornamentales los fines estéticos suelen referirse a tamaño, forma, textura y colores.
En principio las plantas no necesitan de la poda. En la naturaleza las plantas viven y se perpetúan perfectamente sin necesidad de ella. Nosotros las podamos para que se adapten a nuestros gustos o necesidades: para que den más flores o más bonitas, tengan una forma o tamaño determinado, no sean peligrosas, etc. Es mucho mas estético favorecer el porte natural de las especies vegetales.
Por lo tanto toda poda persigue un objetivo y para conseguirlo, la poda tiene una serie de técnicas adecuadas, unas son generales y otras concretas según la especie.
Se comprende pues que no se debe podar por podar, ni tampoco hacerlo si no se conoce la técnica adecuada para ese fin y esa especie. Es mejor no podar que hacer una mala poda.
De hecho, en general, la poda no es beneficiosa para la planta. Al contrario, los cortes son heridas por donde pueden entrar parásitos y agentes infecciosos. Y no hablemos de las podas mal hechas, por ser a destiempo o por eliminar demasiado volumen de la planta. Tan solo la eliminación de madera muerta y la supresión de partes enfermas o dañadas pueden considerarse como claramente beneficiosas para las plantas.
Si se plantara en condiciones racionales se reduciría estas labores muy costosas para las arcas municipales.
La poda se entiende como método de regulación del crecimiento de los árboles, un proceso que estas estatuas naturales realizan por un proceso automático hasta que maduran y no crecen más. Hacerlo de una forma indiscriminada altera la forma del árbol, debilita las ramas y se multiplica su riesgo potencial de desprenderse.
Plantar bien para podar menos. El árbol correcto en el sitio correcto.
La poda se puede definir como la supresión de cualquier parte de la planta (hojas, ramas, etc) realizado según el criterio del jardinero con el fin de obtener un resultado determinado en lo referente a seguridad, salud, estética o productividad de la planta.
En las plantas ornamentales los fines estéticos suelen referirse a tamaño, forma, textura y colores.
En principio las plantas no necesitan de la poda. En la naturaleza las plantas viven y se perpetúan perfectamente sin necesidad de ella. Nosotros las podamos para que se adapten a nuestros gustos o necesidades: para que den más flores o más bonitas, tengan una forma o tamaño determinado, no sean peligrosas, etc. Es mucho mas estético favorecer el porte natural de las especies vegetales.
Por lo tanto toda poda persigue un objetivo y para conseguirlo, la poda tiene una serie de técnicas adecuadas, unas son generales y otras concretas según la especie.
Se comprende pues que no se debe podar por podar, ni tampoco hacerlo si no se conoce la técnica adecuada para ese fin y esa especie. Es mejor no podar que hacer una mala poda.
De hecho, en general, la poda no es beneficiosa para la planta. Al contrario, los cortes son heridas por donde pueden entrar parásitos y agentes infecciosos. Y no hablemos de las podas mal hechas, por ser a destiempo o por eliminar demasiado volumen de la planta. Tan solo la eliminación de madera muerta y la supresión de partes enfermas o dañadas pueden considerarse como claramente beneficiosas para las plantas.
Si se plantara en condiciones racionales se reduciría estas labores muy costosas para las arcas municipales.
La poda se entiende como método de regulación del crecimiento de los árboles, un proceso que estas estatuas naturales realizan por un proceso automático hasta que maduran y no crecen más. Hacerlo de una forma indiscriminada altera la forma del árbol, debilita las ramas y se multiplica su riesgo potencial de desprenderse.
Plantar bien para podar menos. El árbol correcto en el sitio correcto.
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